En la ruta Catarroja Industrial se recogen algunos de los elementos más representativos del patrimonio industrial de la localidad. Este recorrido nos permite entender el importante foco industrial que fue Catarroja y visitar algunas de sus antiguas equipaciones colectivas. A través de la ruta se observa arquitectura vinculada al ocio, la industria y los servicios.
El patrimonio industrial es, además, uno de los más castigados y a menudo pasa desapercibido por su cercanía en el tiempo. Por eso resulta tan importante darle valor, destacando su interés histórico y estético y recordando el papel que estos espacios han tenido en la vida cotidiana de los vecinos.
Paradas
Parada 1: Cementerio Municipal de Catarroja. Avenida Rei Jaume I.
En Catarroja, los primeros enterramientos se realizaban junto a la iglesia de San Miguel, de ahí el nombre de la actual calle del Cementerio. Más adelante se construyó un camposanto tras el altar de la ermita de San Antonio, pero la epidemia de cólera de 1885, con centenares de fallecidos, obligó a levantar el cementerio actual, que es el que sigue en uso hoy en día.
El recinto tiene planta rectangular (96 x 80 m) y está rodeado por un muro de mampostería. En su interior, dos calles perpendiculares dividen el espacio en cuatro partes, con capacidad para unas 1500 sepulturas. Llaman especialmente la atención los grandes panteones familiares, algunos decorados con azulejos de temática religiosa, que muestran el nivel económico y social de las familias propietarias.
Desde su inauguración, el cementerio se ha ido ampliando hacia el norte y ha sufrido diversas reformas, pero también daños importantes. Tras la riada de 2024, el agua alcanzó más de dos metros de altura en el exterior y unos 1,80 m en algunas lápidas del interior, dejando cerca de 240 panteones y sepulturas afectados. Aunque se han reparado muros y accesos, muchas tumbas todavía esperan la intervención de las familias propietarias, ya que se trata de espacios privados.

Parada 2: Fumeral Rajoleria Cresenci Xapa. Plaza del Fumeral.

La chimenea industrial o fumeral es uno de los elementos del patrimonio industrial mejor están protegidos por la ley. En Catarroja conservamos 4 fumerales de antiguas fábricas: chimenea del Rajolar de Flores, la de l’Antiga Batedora del Tío Greixoneres, la de la Escuela de Capataces y la chimenea del Rajolar de Xapa. Sin embargo, también hay otra tipología de chimenea: la perteneciente a antiguos motores. Estos elementos nacen como un hito del paisaje industrial, un conducto que a mediados del siglo XIX da respuesta a una nueva necesidad enérgica que sustituye la hidráulica por el vapor, haciendo presiones que provocan una corriente de aire y se traduce en la combustión.
Se trata de una chimenea de ladrillo cocido bastante sencillo dado que cuenta con poca decoración. Se sustenta con un pedestal de planta octogonal, su fuste es regular y queda coronado por un pararrayos colocado recientemente, lo que contribuye a la conservación preventiva del BRL (Bien de Relevancia Local).
Es el único elemento que nos queda de la antigua fábrica de ladrillos Rajolar de Crescenci Xapa, construida entre 1900 y 1910. Catarroja y las zonas colindantes fueron un núcleo productivo de la industria del ladrillo, como podemos ver con la presencia de otros fumerales o la musealización del Rajolar de Paiporta a escasos kilómetros, debido a las necesidades constructivas por los aumentos de población en la época. En los años 70 se comienza con la demolición del conjunto y en los años 80 ya se ha demolido prácticamente la mitad del conjunto. El tejido urbano se ha ido apropiando del solar, razón probablemente por la que se demole el ladrillar hasta dejar el fumeral, quedando ubicado en torno a un espacio ajardinado en plena trama urbana.
Parada 3: Cine de Verano Alhambra. Avenida Camí Reial 7.
El Cine de Verano Alhambra, del propietario Matías Rotgla Chilet, fue construido en 1952 en lo que fue una antigua casa con el fin de instalar una sala de cine veraniego. El arquitecto, Juan Guardiola Martínez, es un importante artista del Art Déco valenciano conocido por otras obras como la Casa Judía en el barrio de Ruzafa. Era un cine de 307 butacas con inclinación de pavimento y decoración también neoárabe en el interior.
Con el gran aumento de población, tanto local como inmigrante atraída por el foco industrial que supone la localidad de Catarroja a mediados del siglo XX, conllevó a un gran número de personas proletarias que necesitaban de ocio en su tiempo libre. Es así como surgen en Catarroja distintos espacios culturales y sociales como: salas de baile, piscinas, cines, teatros y asociaciones culturales. Unos de los casos más emblemáticos son: Cine Alhambra, el Teatro el Progreso, el Centro Católico o Teatro Cine Faus, entre otros.
Su fachada, recayente a la vía principal del municipio, presenta un marcado estilo neoárabe, dentro de la línea historicista, con ladrillos dispuestos alternando la soga y el tizón en dos tonalidades distintas. Tres arcos polilobulados conformaban los vanos principales, siendo uno de ellos la puerta de entrada. En fotografías antiguas se aprecia la cornisa superior, hoy desaparecida. Aunque actualmente sólo se conserva la fachada y el solar se encuentra vacío, el inmueble ha tenido otros usos posteriores: fue sede de un club de tenis (todavía se conserva la pista en el solar), de la formación política Unión Valenciana y de Loterías y Apuestas del Estado. Todo ello refuerza su valor como espacio ligado a la memoria colectiva local.

Parada 4: Mercado Municipal de Catarroja. Plaça del Mercat.

El mercado municipal de Catarroja fue construido entre 1926 y 1929, fechas conocidas dado que se conserva la documentación del proyecto y las obras, parte también del patrimonio industrial de la localidad. Se emplaza en la actual plaza del mercado, aunque el mercado municipal no siempre se ubicó ahí. Fue proyectado por el arquitecto D. Ángel Romaní Verdeguer en la zona del ensanche del municipio. En el caso del mercado de Catarroja contamos con una tipología de mercado de sistema radial, dado que cuenta con un eje central y radiales que surgen de ese centro, además de poder ser transitable por todo su contorno. En planta, es un edificio rectangular con chaflanes en cada una de sus esquinas. Cada esquina cuenta con un nivel superior, inicialmente proyectado para albergar la conserjería, oficinas y pesos públicos.
El lugar elegido para emplazar este mercado fue antes terreno de cultivo. Desde que se inauguró hasta los años 50, el mercado procedió a hundirse lentamente en el terreno hasta que hubo que intervenir en 1956 sustituyendo los elementos sustentantes de hierro que se estaban oxidando por pilares de mampostería. Posteriormente, en 1992 se sustituyó la cubierta, las puertas de acceso, se le dotó de agua potable y se instaló luz eléctrica. En 2005 se añadió climatización y se instalaron puertas de cristal automáticas. En 2018 se hizo la instalación de wifi y la unificación corporativa de los carteles de cada uno de los puestos. Actualmente sigue siendo un espacio vivo y se celebra a su alrededor el mercado ambulante siguiendo la tradición de los viernes, así como también los martes.
Hasta el primer cuarto del siglo XX el mercado de Catarroja se celebraba en la actual Plaça de la Llotgeta, una amplia plaza donde los comerciantes se reunían cada viernes con todo tipo de productos y se acercaban a comprar los vecinos y personas de otras localidades. Este tipo de arquitectura para el abasto llega primero a las localidades realizada en madera, que después con la arquitectura del hierro, cambia su material. Estas construcciones se realizan en España a partir de 1870, con la necesidad de contar con espacios más higiénicos para la venta de estos productos. Normalmente, estas estructuras se realizan en los mismos lugares en los que se comerciaba de antaño, por ejemplo, el caso del Mercado de Colón en 1916.
Parada 5: Estación Renfe. Calle Ronda de l'Est.
Para comprender la estructura socioeconómica y las transformaciones de Catarroja es imprescindible conocer sus sistemas de comunicaciones e infraestructuras. Partiendo del hecho de que Catarroja se emplaza en recorrido de la antigua Via Augusta y de la cercanía a la metrópolis, hay que destacar una relación entre el crecimiento poblacional y el desarrollo de las comunicaciones con la ciudad de València principalmente. Destaca el Camí Real, camino que ocupa el paso de la antigua Vía Augusta y hacia el cual la población desde el núcleo fue expandiéndose. Este camino (antiguamente conocido como “Camí de Xàtiva”) va desde Xàtiva hasta València, aunque debe su nombre debido a que forma parte de la primera red de carreteras del camino real hasta Madrid a mediados del siglo XVIII.
Cabe destacar la inauguración de la vía férrea en el 1900 con la incorporación del servicio de tranvía por la Compañía de Tranvías suspendido a mitad de siglo XX y que llegaba hasta València. Posteriormente, el ancho de vía fue adaptado a la red ferroviaria y se construyó la estación en 1940 con la constitución de RENFE ese mismo año, lo que permitió una expansión urbanística y económica significativa.
La estación de RENFE de Catarroja entra dentro de la tipología de estación lateral y paralelo a las vías. Cuenta con 2, una dirección Valencia, a la cual hay que acceder a través de un paso subterráneo, y una dirección Xàtiva/Moixent. Además, por categorías, se trata de una estación de segundo orden, que fue reformada en el año 2000. El edificio principal se trata de un inmueble de planta rectangular y dos alturas, con cubierta a dos aguas de teja árabe. Es un edificio muy sencillo con poca licencia artística, completamente funcional. Cuenta con cuatro vanos en la parte superior y en la parte inferior se rompe la simetría tras la modificación de la estación. Hay un segundo edificio más moderno que alberga los aseos.

Parada 6: Fábrica de conservas "El Quijote". Camí Vell de Russafa 140

Este inmueble se trata de una antigua fábrica de conservas construida sobre 1920 en el actual polígono industrial de Catarroja, a orillas de las vías del tren. Se sitúa en el antiguo Camí Vell de Russafa o también conocido como camino de Silla. Este emplazamiento es estratégico, dado que ubicar una empresa al lado de una de las vías de comunicación más importantes de la localidad supone una localización ventajosa. Actualmente sólo se conserva la primera crujía, dejando la fachada decorada como símbolo de la antigua fábrica.
Se trata de una nave industrial con techumbre a dos aguas con cubierta de teja árabe y muros de mampostería y ladrillo. Sin embargo, si hay algo que destaca es la decoración de este inmueble. La fachada oeste de la fábrica se encuentra recubierta por azulejos cerámicos con diferentes motivos, uno de los ejemplos más importantes del modernismo popular en nuestra localidad. Destaca el friso de la parte superior “FÁBRICA DE CONSERVAS”, decorado con trencadís y coronado en el centro por un panel cerámico que representa al personaje de Don Quijote, subido a su caballo Rocinante y acompañado por Sancho Panza, juntos encarados ante un molino, representando claramente un tema vinculado al Don Quijote de la Mancha, siendo un motivo estereotipado de la cultura española y en este caso el logotipo de la marca. Además, cuenta con representaciones de alimentos como el pimiento rojo que seguramente hacen alusión a sus productos.
Entre 2006 y 2008 se hace una cesión del edificio a una empresa frigorífica y se derriba hasta la primera crujía dado que se instala una nave moderna. Gracias a las protecciones legales del patrimonio conservamos todavía el inmueble, aunque con un estado de conservación muy malo debido al vandalismo y su abandono.
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