La ruta Catarroja Monumental consiste en un compendio de espacios de poder, fe y cultura que forman parte del patrimonio cultural de la localidad. 

Entre estos, encontramos una nueva tipología, el patrimonio inmaterial, abordando también la tradición musical en Catarroja.

Paradas

Parada 1: Parroquia San Antonio de Padua. Avenida Ramón y Cajal 2.

La Parroquia de San Antonio de Padua es una de las sedes religiosas más antiguas de la localidad. Está dedicada a San Antonio de Padua, una personalidad venerada en Catarroja desde hace siglos. Este, nació en Lisboa, pero se dedicó a la religión en el convento de San Antonio, franciscano. Dedicó su camino a la teología y la divulgación de sus conocimientos, por lo que recibió el título de doctor evangélico. Fundó una escuela franciscana en Padua, Italia, y al morir esta recibió su nombre, donde actualmente se encuentra su cuerpo y se realizan numerosos peregrinajes. Se le suele ver representado con una biblia (por su dedicación teológica), un hábito franciscano, un lirio (por su pureza) o con el niño Jesús (que protagoniza uno de sus milagros).

No se sabe con exactitud desde cuándo se venera a este santo en Catarroja ni desde cuando se ubica aquí el inmueble donde se le venera. Sin embargo, gracias al único documento manuscrito que conservábamos en nuestro archivo, el Libro de Cuentas (1652-1658), tenemos referencias de una antigua ermita en el mismo lugar por lo menos desde la primera mitad del siglo XVII. Por delante de él discurría el barranco de la Font de la Rambleta, por lo que se accedía a través de un puente y contaba con una fuente. Al rededor de la parroquia se configuró el Barrio del Arrabal, cuyo eje principal es la Calle San Antonio. Además, fue la sede también del cementerio que primero se ubicó en San Miguel, después en la parte posterior del altar Mayor, quedando a las afueras de la ciudad, hasta que se tuvo que construir el actual cementerio en 1889.
Se cree que la primera edificación sería una capilla no muy grande, la cual se amplía en 1655. Esta, que fue la ermita que se conservó hasta el siglo XX, era de grandes dimensiones. Contaba con dos campanarios a los pies y otra campana ubicada en la espadaña central. Se trataba de una planta de tres naves, la central más alta y dos laterales más pequeñas y de menor altura. Además, contaba con capillas en las que se veneraba a distintos santos, como San Antonio Abad o la Virgen del Carmen. Posteriormente, se llevó a cabo el derribo de esta ermita en 1968 para la construcción de la actual parroquia, finalizada en 1970. Se llevó a cabo esta empresa debido a la necesidad de una parroquia más grande que contase con una casa-abadía y un colegio. En 1982 se detectó la necesidad de aún más espacio y se construyó el San Antonio II.

Parada 2: Hort de Vivanco. Avenida Camí Reial 22.

El Hort de Vivanco, Casa Vivanco o Palau de Vivanco es uno de los edificios más importantes de la localidad, o así se expresa con el nivel de protección que obtiene en la Ley de Patrimonio, la más alta, como Bien de Interés Cultural. Se trata de un ejemplo de huerto-jardín valenciano y es donde actualmente se ubica el Ayuntamiento de Catarroja. Sin embargo, el ayuntamiento no siempre estuvo ubicado en este lugar. Antes de 1988, el ayuntamiento se ubicaba en la Plaza de la Llotgeta, junto a la Iglesia de San Miguel. Allí, se conserva el edificio que porta grabado «Casa Consistorial» y que actualmente es el cuartel de policía.

L’Hort de Vivanco se trata de un inmueble que data del siglo XVIII, recibe este nombre a causa de quien fue propiedad. Allí se ubicaba «Viuda de Vivanco y Ortiz» una firma comercial dedicada al comercio de la seda a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Tener en propiedad un huerto de recreo suponía un alto estatus, con el objetivo de asemejarse a la vida aristocrática. El inmueble está caracterizado por una arquitectura neoclásica en la que destacan elementos de ornamentación barroca sencillos. Es una casa con patio central y distintas escaleras que permiten el acceso a las plantas. Sobre la portada de la fachada que recae al Camí Real encontramos un escudo, el cual posiblemente represente a la familia Vivanco. También encontramos otro de Catarroja, más moderno. En la planta baja es donde se ubicaba la vivienda de los caseros, los laterales albergaban actividades agrarias y el primer piso era la planta noble.

Antes de ser sede del ayuntamiento, el inmueble en la parte trasera contaba con un huerto en el que se plantaban naranjas, limones y otros árboles frutales, regados todos por la Acequia de Favara. Sin embargo, con el crecimiento de población y el desarrollo urbanístico de Catarroja en el siglo XIX, sus inmediaciones sufrieron distintos cambios. Este huerto era cerrado y se ubicaba a orillas del Camino Real de Madrid, como era común con otros huertos similares. Este quedó en medio el plano urbanístico de Catarroja, rodeado por viviendas, y en los años 40 se sustituyó por un campo de fútbol, donde jugaba el F. C. Catarroja. Actualmente, configura la plaza mayor, bajo la que se ubica un garaje de 2 plantas y una fuente con la escultura de Alfonso Pérez, además de ser un lugar de juego y estar ubicadas algunas empresas y asociaciones como la Sociedad Musical l’Artesana.

Parada 3: Grupo Escolar Paluzié. Avenida Rambleta 1.

El Grupo Escolar Paluzié fue inaugurado en 1927 dedicado a Esteban Paluzié Cantalozella, un pedagogo catalán nacido en 1806. Su nombre titula este inmueble dado que se erigió en su honor por Esteban Paluzié Podreider, familiar suyo. Realizado por el arquitecto Lorenzo Criado Oltra, se dispuso en la donación del edificio al ayuntamiento que no se podía destinar para otra actividad que no fuese la enseñanza. Así es como, con la donación, cumplió su objetivo incluso hasta hoy en día.

Este grupo escolar nace como demanda del ámbito educativo en la localidad. Antes de su inauguración, sólo se contaban con dos colegios públicos: las antiguas «Escoles Velles» y la de la Plaça de la Llotgeta. Además, Catarroja contaba con una conocida escuela de monjas y otras privadas. La construcción de esta escuela permitió aumentar considerablemente las plazas escolares públicas, con aulas de niños por un lado y de niñas por otro. Sin embargo, ya para 1956 no había suficientes escuelas, contando con 15 para 12.000 habitantes (7 de niños, 5 de niñas y 3 de párvulos).

Es un edificio con una planta baja en forma de «U». Cada ala cuenta con una cubierta a dos aguas y en origen, un piso. Sin embargo, posteriormente con una de las rehabilitaciones del edificio, se añadió una primera planta. En fachada podemos observar que cuenta con un eje de simetría casi teatral que se puede admirar desde la Calle Esteve Paluzié. Este edificio de arquitectura tardoecléctica y que cuenta con un frontón inspirado en el mundo clásico, quedó en desuso debido a su deterioro. Aunque era urgente su restauración, se realizó una edificación más moderna contigua a la vieja. Quedó abandonada desde 1999 hasta 2006, año en el que se rehabilita para alojar el Centro Municipal de Formación de Personas Adultas, el cual sigue con su actividad.

Parada 4: Banda l'Empastre. Calle Banda l'Empastre 2.

La música juega en Catarroja un importante papel en la memoria de sus vecinos. Calles consagradas a los nombres de distintos músicos y bandas atestiguan la importancia de esta disciplina artística en la localidad y parte de nuestro patrimonio inmaterial. Aunque actualmente solo siguen en activo La Unión Musical y la Artesana, hubo una banda que recorrió el mundo desde Catarroja: la banda El Empastre. Esta banda se originó en 1915 como un grupo de amigos que provenían de distintas bandas del pueblo o incluso que no se dedicaban a la música profesionalmente y que se reunían en casa de uno de ellos en el barrio de Les Barraques para tocar música y divertirse.

Destacaron tanto por integrar lo cómico en sus espectáculos, lo que le dio el nombre a la banda. Tocaban sucesivamente fragmentos de distintas piezas que no enlazaban unas con otras, quedando una obra poco armoniosa la cual parecía un «empastre». No sólo se ganaron el nombre por su música, sino también por su aspecto: en su comienzo, iban ataviados de falda larga, lazo en la cintura y coronados por un cucurucho en la cabeza. Hasta 2003 se mantuvo como una banda de 22 personas que, desde su primera actuación en el Perelló, visitó distintos lugares de España e incluso Europa, África y América.

En 1933, Catarroja los homenajea con el nombre de una calle. Sin embargo, no son los únicos que cuentan con una. L’Artesana cuenta con una, siendo el grupo más antiguo remontando su origen a 1888 y su director José Manuel Izquierdo, un importante músico. También cuenta Catarroja con una calle dedicada a la Unió Musical, cuya fundación ha sido mucho más reciente (1983) pero de gran éxito. Entre estas dos bandas, en Catarroja se goza de un increíble acompañamiento a todas sus tradiciones, cuando no son las protagonistas. Cabe mencionar también a otras grandes personalidades del patrimonio musical de Catarroja que cuentan con calles dedicadas como son el Mestre Serrano (José Serrano), Salvador Giner, José Iturbi, Antonio Claverol, Filiberto Rodrigo y Miguel Chirivella Lucas.

Parada 5: Iglesia Arciprestal de San Miguel Arcángel. Plaça de la Llotgeta 2.

San Miguel Arcángel es la iglesia de mayores dimensiones en Catarroja, además de seguramente la más antigua, si tenemos en cuenta los anteriores templos que se erigieron en su lugar. San Miguel es un arcángel, la penúltima jerarquía de los ángeles. Su función fundamental es la de defensa contra el Diablo, además de su función como psicopompo (conductor de las almas de los muertos, que se pesarán en el Juicio Final). Se le suele representar con alas, armadura, escudo y lanza o espada y matando a demonios o dragones. Es el santo patrón de Catarroja, aunque no es el único santo que se venera en esta iglesia. También son importantes otros, cuyas celebraciones en nuestro calendario subrayan esa importancia: Santos Cosme y Damián, Santísimo Cristo de la Piedad, Nuestra Señora del Rosario, San Pedro y San Roque, entre otros.

Esta iglesia, de claro aire neoclásico debido a las últimas restauraciones a mediados del siglo pasado, cuenta con los rasgos característicos del barroco valenciano del siglo XVII. Conserva un alto campanario y se accede a ella a través de dos portadas: una dedicada a San Miguel y otra a San Pedro, con sus respectivas hornacinas que albergan al santo venerado. Su interior, profusamente decorado con molduras de yeso y tonos dorados, es coronado por el Altar Mayor, donde se ubica la escultura de San Miguel, que a su vez es flanqueada por dos representaciones de los santos Cosme y Damián. En la parte posterior se ubica el trasagrario, el lugar de la iglesia que mejor contempla la decoración del antiguo templo. Además, la Iglesia Arciprestal de San Miguel cuenta con un gran coro elevado a los pies de esta.

Se cree que, como el resto de València, es posible que se venerara el cristianismo desde sus primeros siglos, aunque no se puede saber con certeza. Es más que probable que desde el siglo VIII se erigiera una mezquita en Catarroja y algunos creen que se pudiese ubicar donde hoy se erige la actual San Miguel. Con la llegada de Jaume I en 1238 vuelve el cristianismo y alrededor de esas fechas es cuando se piensa que se erigió el antiguo templo medieval. De todas estas creencias no se tienen testimonios, más de que el primer cementerio se ubicó en esta iglesia, en relación con las creencias cristianas. El primer testimonio que atestigua la mayor antigüedad del templo es en 1652, gracias al Libro de Cuentas. Sin embargo, en 1681 se emprenden obras de «reedificación» del edificio. Del templo antiguo sólo hemos conservado la torre campanario, también restaurada aplicando los lenguajes del barroco valenciano del siglo XVII. Finalmente, el aspecto de esta iglesia sufrió más cambios con la restauración y decoración de 1942 a 1944.

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